Miles de personas en el mundo conocen de los beneficios del spinning, un sistema aeróbico que trabaja resistencia, velocidad y fuerza a bordo de una bicicleta que es nula en avance. Se trata de uno de los mejores entrenamientos para el corazón y además protege las articulaciones de sufrir lesiones.
Posiciones básicas de spinning
Sentado: para hacer esta postura tendrás que ajustar el sillín de la bicicleta a la altura de la cadera y sentarte con la espalda bien recta. Posteriormente, lleva tus manos en el centro del manubrio, una pegada a la otra o una encima de la otra y comienza a pedalear suavemente para calentar durante 5 a 10 minutos. Esta posición es muy buena también para descansar entre intervalos e incluso llevarla a la práctica al terminar la clase de spinning para volver a la calma.
Semi-sentado: Ya con el sillín ajustado a la altura de la cadera, trata de levantar tus glúteos para estar semi-sentado. En esta postura, los brazos aguantan una parte del peso del cuerpo, ya que tienes la posibilidad de colocar los codos en el manubrio para facilitar el pedaleo, o bien, llevar tus manos en los laterales del manillar, logrando que el antebrazo y el pulgar de cada mano sean una prolongación el uno del otro.
De pie recto: en esta posición deberás ponerte de pie con la espalda bien recta y perpendicular al suelo, sujetando el manillar por los laterales pero sin que la fuerza recaiga sobre los brazos. De las 3 posturas básicas de spinning esta es la más cansada, pues aquí podrás poner a prueba tu resistencia.
Finalmente, concéntrate en cada movimiento para sentir como trabajan tus músculos y esfuérzate por mantenerte en constante movimiento durante los 45 minutos de clase. Siempre es mejor comenzar a tu ritmo y estar en calma en vez de empezar a full y estar ansioso durante toda la clase, dado que eso te hará abandonar inmediatamente.